viernes, 30 de marzo de 2012

Presupuestos 2012

 El gobierno ha presentado los Presupuestos Generales y los ha vendido como los más austeros de la democracia. A mi me parecen unos Presupuestos con un recorte insuficiente en el sector que tiene que recortar, que es el sector público. Es verdad que algunas de las cosas que nos ha vendido el gobierno han sido muy comentadas desde el principio, como por ejemplo esa "amnistía" fiscal para la gente que tenga dinero en paraísos fiscales. Con respecto a esto yo me pregunto lo siguiente: ¿Qué razón tiene una persona que tenga dinero fuera para traerlo a España? Una de las cosas que habría que mirar es la fiscalidad,  pero también hay que ver otras cosas. Usted me quita el 10%  y luego ¿Qué? Porque en las  Islas Caimán no hay que pagar nada. Si no hay inversión atractiva no hay nada que hacer.  Debo decir que también me parece difícil alcanzar el objetivo de déficit acordado que es del 5,3%. Hay que fingir que se va a llegar, pero después ya veremos.  Hay que decir que estos Presupuestos que ya ha empezado a criticar la izquierda son los Presupuestos que seguramente tendrían que haber aprobado el Presidente felón y sus compinches si no hubiera sido por la irresponsabilidad manifiesta de aquel gobierno. Pero aunque se diga esto, las limitaciones que el actual gobierno se pone son muchas. Se ponen palos en la rueda que dificultan mucho el hacer unos Presupuestos acordes con la realidad. Este énfasis en no tocar el llamado gasto social ni el IVA es complicado de entender desde fuera ¿Por qué se tienen que tocar los impuestos y subirlos si se puede bajar mucho más el gasto?  La defensa del consumo que ha hecho esta mañana  el Ministro Montoro parece lógica, pero entonces tendrá que explicar el impacto del IRPF. Para mi tiene más impacto el IRPF que el IVA.  Pero ya se sabe, todo esto se hace en pos de eso que llaman justicia social o redistributiva.  Tampoco se entiende muy bien como Montoro dice que no van a pestañear con ninguna Comunidad Autónoma que no cumpla los objetivos de déficit y a renglón seguido dice que el gobierno no dejará caer a  nadie ¿Cómo se come esto?  Por otra parte viendo estos Presupuestos tal como han quedado, España no cumple los objetivos de déficit ni de casualidad. El IVA va a subir antes del verano o a principios de verano como muy tarde, por mucho que hoy se diga que no. Con estos Presupuestos España se quedaría con un déficit del 7-7,5% y por tanto seríamos rescatados y no va a ocurrir esto ya que nos vamos a rescatar a nosotros mismos con esa subida del IVA. Por tanto creo que vamos a seguir hablando mucho de economía en el futuro y que estos Presupuestos son solo un primer e insuficiente paso.

martes, 27 de marzo de 2012

El día de la Huelga

 

Más allá de esta huelga concreta, pasado el día 29  todo volverá a su origen e incluso en unos meses  se podría dar  otra huelga.  A mi lo que me preocupa es el planteamiento general que llevamos arrastrando desde hace varias décadas sobre huelgas y demás. Todo está distorsionado, todo está oscurecido. El propio concepto de servicios mínimos es un concepto que se establece porque digamos de alguna manera todo esto tiene que ver con el chantaje, que en algunas ocasiones cae en violencia, de los piquetes.  Unos piquetes que no tienen sentido, porque informativamente todo el mundo sabe ya que hay una huelga general.  Informativamente la sociedad, el mundo ha evolucionado suficientemente como para que no hagan falta piquetes. Son piquetes de presión violentos.  Por tanto se establecen lo que se llama unos servicios mínimos, pero hay que decir que si creemos que existe un derecho a la huelga, que existe, hay que respetarlo, pelear por ello e incluso regularlo, también hay un derecho a no acudir a la huelga.  Hay un derecho a trabajar y a moverse.  Todo esto de los servicios mínimos sobra. Que salgan los servicios de las personas que quieran salir: metro, autobuses, trenes… porque fundamentalmente todo esto está centrado en una cuestión de estrategia. Al final aquí se monta el vestido y se viste todo como que la huelga  es un derecho y al final todo es una cuestión como digo de estrategia.  Al final van a las cuestiones de desplazamiento, es decir, de sectores que tienen que ver con la movilidad de la gente, para que la huelga sea un éxito ¿De qué derecho de huelga me están ustedes hablando? El derecho de huelga tiene el contraderecho que es exactamente igual, es la otra cara de la moneda: el derecho de ir a trabajar si tú quieres.  Respétense los dos. La huelga será un éxito de verdad si realmente la gente libremente ha optado por eso. Pero todo esto está distorsionado completamente.  Pase lo que pase en la huelga lo que hay que mandar como mensaje a la gente es que más allá de esto, de lo que decidan los sindicatos y de lo que ocurra el día 29 es que hay una serie de medidas  que es inherente tomarlas, es que no puedes evitar tomarlas. Gran parte de lo que ocurre con el repunte de la prima de riesgo es que no se fían del cumplimiento  del objetivo que nos han impuesto.  El gobierno no debe dar marcha atrás y debe tomar medidas de calado pase lo que pase el día 29.

lunes, 19 de marzo de 2012

La Pepa: una oportunidad perdida



 Tras estas celebraciones de los 200 años de La Pepa debo decir que en mi opinión para su época estaban mejor informados los constituyentes de Cádiz que los de Madrid.  Es decir, a finales de los años 70 había ya mucho publicado sobre el nacionalismo, sobre la economía política del nacionalismo.  La gente que firma la Constitución no tiene ni idea de nacionalismo. Es decir, se fían de los nacionalistas, caen en la trampa de los nacionalistas. No saben que los nacionalistas  son buscadores de Estado y que el nacionalismo es intrínsecamente una búsqueda de Estado.  Los firmantes de la actual constitución no leyeron a Harry Johnson  ni  a Adam Smith.  Sin embargo la gente de Cádiz sí.  Entre la gente de Cádiz hay por lo menos unos cuantos  que saben de manera razonada por qué tiene que desmantelarse el Antiguo Régimen.  A la altura de los conocimientos de entonces claro.  Yo creo por tanto que había más capital humano en Cádiz que en Madrid. La Constitución de Cádiz tiene mucho que decir desde el punto de vista económico, porque allí se reunieron algunas de las mejores cabezas económicas que había entonces.  Hay muchos, pero sobre todo hay dos personajes: Canga Argüelles  y Flórez Estrada. Son dos asturianos ilustres que vienen de la Universidad de Oviedo,  que tienen un desarrollo paralelo, que acaban como todos exiliados en Londres.  Vuelven luego en el Trienio Liberal, pero tienen que salir por pies de nuevo.  Conectan como casi todos los exiliados con Jeremy Bentham en Londres y traen el Benthamismo  y el pensamiento de John Stuart Mill. Canga Argüelles y Flórez Estrada son uno un gran hacendista y el otro el que mejor conecta con lo que se está pensando en la vanguardia en aquel tiempo, que eran: David Ricardo y en Francia  Jean-Baptiste  Say.  Cádiz fue una oportunidad perdida para el pensamiento económico español, fue una pena.  El divorcio desde entonces que se produjo entre el pensamiento  político- económico español - la aplicación, la liberalización  del comercio exterior…-  y lo que estaba pasando en el resto de Europa supuso que se abriera una brecha lamentable.  Flórez Estrada leyó a David Ricardo. David Ricardo publicó sus Principios de Economía Política en 1817 y John Stuart Mill algo más tarde, a mediados del XIX. Toda esta gente lo conocía. Ricardo no se populariza en España, se populariza Adam Smith que publica su gran obra en 1776, con lo cual ya llevábamos 35 años.  Los argumentos para la liberalización del comercio exterior de John Stuart Mill  eran profundamente deficientes y hay que esperar a Ricardo que no se populariza en España para encontrar una argumentación  bien trabada a favor del comercio libre.  La experiencia que nosotros hemos tenido con el anterior Presidente del Gobierno de sonrisa estólida la tuvieron los constituyentes después con el Rey Felón. Son dos personajes siniestros de la Historia de España.  La labor de desmontaje del consenso constitucional del 78 por parte del anterior Presidente del gobierno y lo que hizo Fernando VII los iguala en ese aspecto.  En mi opinión por tanto, Cádiz fue una oportunidad perdida.

jueves, 15 de marzo de 2012

Impuestos y Estado del Bienestar








El gobierno ha tocado el impuesto más distorsionante que puede haber sobre la asignación de recursos escasos, que es el IRPF. Están buscando la progresividad.  Están buscando la distribución de la carga impositiva hacia los malditos ricos.  No se podría distorsionar más.  Si hay que subir los impuestos  - que yo creo que no-  debería ser uno que afecte por igual a todo el mundo.  Eso también sería distorsionante, pero menos de lo que llevan hecho hasta ahora.  Así que a mi me gustaría que nos explicaran sobre qué es el impuesto que están buscando.  El interés de todo esto reside en la partida de ajedrez que el gobierno está jugando con la opinión pública con el calendario de elaboración de los Presupuestos.  No se le puede meter mucha prisa, entre otras cosas porque ellos tienen un argumento bastante sólido, que es: cuidado, nosotros llevamos aquí muy poco tiempo, los Presupuestos se tardan mucho en hacer, hay un ciclo presupuestario larguísimo y nosotros no tenemos  que presentarlo en dos días. Por lo tanto ellos tienen legitimidad para hacer eso.  Me imagino que lo que estamos haciendo un poco todos es especular sobre las conjeturas que tienen en la cabeza Montoro o De Guindos, las elecciones andaluzas y todo lo demás. Me parece bastante legítimo y relevante que se hable de ello: ¿Por qué no se afronta todo esto desde el punto de vista político-económico?  Porque es verdad que el gobierno no tiene una página de Excel que diga el 10% de tal partida de gasto se suprime, pero lo que sí puede hacer por ejemplo es apretarle las tuercas a las Comunidades Autónomas  y a si mismos.  Sin un cambio en la relación entre gobierno central y Comunidades Autónomas esto no va a funcionar.  Los españoles tenemos que empezar a darnos cuenta que no podemos tener unas Administraciones Públicas del tamaño de las que tenemos: con unos excesos, sobrecostes en personal, con duplicaciones, con todo tipo de estructuras y no pagarlo.  Si queremos tener este Estado del Bienestar gestionado así  - que no hace falta tener este ni gestionarlo así-  no hay más remedio que pagar.  La gente que se llena la boca con el Estado del Bienestar, en el mismo discurso tienen que explicar cómo se defiende eso, que como digo no es de otra forma que pagándolo.  O cambiamos el Estado del Bienestar y su manera de gestionarlo, y eso quiere decir: copagos, una Administración mucho más adelgazada con cualquier despilfarro y sobrecoste fuera, privatizando servicios públicos,  entrando en la educación pública  y pensando de verdad si hay exceso de personal o no, entrando en la sanidad pública y haciendo una auditoría y viendo si son suficientemente productivos los equipos médicos, los equipos sanitarios, cuánto personal tienen, los medicamentos…  o hacemos esto o difícil solución hay.  Va a ser un cambio muy lento. De lo que estamos hablando es de la cultura preeconómica. Si esto que  defendido lo dijera  en un foro político, me cortarían la cabeza en el minuto uno ¿Por qué? Porque todo lo que vengo defendiendo se percibe como un derecho. Aquí no hay un servicio a cambio de un precio, hay un derecho. Y esto viene de muy lejos. Es algo que hay que ir cambiando poco a poco, porque de la noche a la mañana no se va a hacer. Tenemos ejemplos: sin salir del tema del pago de las facturas hay que fijarse en los argumentos que se emplean. Montoro ha dicho que la operación para pagar a los proveedores va a permitir que no se destruyan entre 75000-100000 empleos. Mi pregunta entonces es: ¿Por qué no lo hacemos muchísimo más grande y así ya no se destruye ningún empleo? Pues muy fácil,  porque ese dinero tiene un coste de oportunidad y no se puede presentar el asunto así. La manera correcta de presentar eso sería decir: esto es una excepción al programa que estamos haciendo,  esto tiene un coste y no se olviden que estos 35000 millones es posible que mantengan a ese número de personas empleadas, pero que sepan que tiene un coste de oportunidad muy alto. Y sin embargo esto no se dice.  La pregunta que no se hacen es: ¿A qué funciones tienen que renunciar los Ayuntamientos y las Comunidades  Autónomas  para poder pagar esas facturas?  En definitiva, el resto de España tenemos que aprender  por ejemplo de Cataluña con el copago y Cataluña tiene que aprender de Madrid la liberalización de los horarios comerciales.  Es una de las grandes ventajas  de tener distintas opciones y alternativas.  Yo aplaudo la valentía de los catalanes  - es verdad que obligados por la extrema precariedad de sus finanzas- al atreverse con el copago  y yo creo que nos están mostrando el camino que vamos a seguir todos los demás y que deberíamos adoptar cuanto antes y a ser posible de una manera ordenada y con el beneplácito y el liderazgo de la Administración Central. Y el resto de España debe aprender de la Comunidad de Madrid con la liberalización de horarios comerciales.  Esto es lo que deberíamos hacer todos.

viernes, 9 de marzo de 2012

Huelga general

 




Los sindicatos convocan  una huelga tres meses después de unas elecciones que el PP ha ganado por mayoría absoluta y en esas elecciones el asunto central fue la reforma del mercado de trabajo.  Con lo cual, podrían leerse esas elecciones casi como un plebiscito sobre la reforma del mercado de trabajo. De manera que no podría ser una convocatoria más antidemocrática, ya que no están haciendo una huelga por cuestiones de seguridad laboral por ejemplo. Están haciendo una huelga por algo que la mayoría de los votantes han votado a favor. Por eso no nos olvidemos del carácter frontalmente antidemocrático de lo que están haciendo Toxo y Méndez.  Tampoco hay que olvidarse que las huelgas vienen del siglo XVIII y quizás antes.  Cuando la huelga cristaliza como una institución aceptada es en la segunda mitad del siglo XIX  y no hay tal cosa como huelgas generales hasta que el concepto de huelga general no se convierte en un instrumento revolucionario.  Es decir, las huelgas generales nunca se llamaron así hasta hace poco, se llamaba huelga general revolucionaria y eran un instrumento contra los regímenes políticos.  Esto cualquiera que mire atrás en la historia del marxismo lo sabe. Lo que pasa es que nos hemos olvidado de esto y ahora cobra plena relevancia.  Lo que se está intentando es darle la vuelta a un plebiscito que la mayoría de la gente puso de manifiesto hace tres meses.  Ahora bien, una vez dicho esto, hay otra derivada de los partidos políticos  que para ellos es también muy importante: su propio futuro.  Es decir, los sindicatos se han vuelto irrelevantes. Aquí no tenemos sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores.  Aquí tenemos casi partidos políticos  que actúan hasta hace poco a la sombra del gobierno y que están a punto de perder ese papel.  Entonces están luchando por su propia supervivencia  en ese sentido.  Ellos saben que corren el riesgo de fracaso ¿Qué quieren demostrar? Que pueden paralizar el país.  Ese es el objetivo y es posible que lo logren.  Es posible que la huelga tenga poco seguimiento, pero un grado de paralización muy grande.  Lo importante es que el gobierno encaje bien el golpe y que sigan con las reformas y por tanto demuestren la irrelevancia sindical.

lunes, 5 de marzo de 2012

Bruselas





 El asunto de la relación del ejecutivo con Bruselas me parece que se está convirtiendo en una cortina de humo. Podríamos entrar a ver que expectativas hay sobre España y todo eso, pero en general yo pienso que hay un entendimiento tácito de tratar bien a Rajoy, porque Rajoy ha dado muestras de cambio y eso es lo que tranquiliza a los tomadores de decisiones en Bruselas. El problema es hacia dentro, no hacia fuera. Y Hacia dentro yo creo que no solo existe un problema político, que es el del Estado Central con las Comunidades  Autónomas,  también existe un problema de fundamento económico.  Montoro y los demás siguen hablando de no tocar esa cosa que llaman los derechos sociales, que no olvidemos que están en manos de las Comunidades Autónomas.  Como no se aborde el gasto de las Autonomías en las partidas importantes, el problema inmenso persistirá. El problema es la expansión del gasto educativo, del gasto sanitario, de las subvenciones a la energía, a la dependencia…  si hay la decisión firme de no tocar eso, ya no solamente de no reducir servicios, si no además no tener la idea de aproximarlo a un sistema de semiprecios como el copago, entonces hay un doble problema.  Esto no es obedéceme y no seas díscolo, si no que además rebaja esto sin rebajar servicios, y eso es imposible.  Podría pensarse que la carrera hacia el precipicio que hicieron Solbes y Zapatero paró ahí. En ese sentido podríamos decir que la expansión del gasto público paró en el 2010. Pero no su reducción, que es lo que se prometió.

jueves, 1 de marzo de 2012

Toma y daca





 En el tema de la rebaja  o no de las condiciones del déficit yo creo que ocurre fundamentalmente una cosa y es el problema crucial al que nos enfrentamos todos los ciudadanos españoles: ir a Europa con estas cifras diciendo no vamos a cumplir, genera enormes recelos dado lo que ha pasado en Grecia.  El problema es que decimos que para llegar al 3% en 2013 déjeme que en vez del 4,4 sea el 5,4%  porque mire que mal me lo han dejado.  Ellos piensan: ¿Y en 2013 con qué milonga me van a salir? Porque los griegos ya me la han hecho.  No es solo Alemania, es que han empezado a entrar un montón de países: Luxemburgo, que también están hartos de ser los únicos que siempre cumplen con todo. No lo gritan tanto, pero es así. Y también Finlandia, Suecia, Austria, Holanda… tenemos por tanto ese primer problema.  El gobierno español lo plantea de una manera que yo creo que en el fondo al final hay acuerdo, por debajo de la mesa, pero hay acuerdo verbal para dejarnos un mayor déficit.  Pero hay mucho temor en las poblaciones de estos países, que nos ven como otro miembro del Sur de Europa fastidiando.  Hace no mucho, cuando hubo el primer recorte,  algunos miraron partidas presupuestarias que se dice que es tan difícil recortar 15000 millones de euros  y recortaban hasta 88000 millones solo de los Presupuestos Generales del Estado Central, sin meterse en las partes que iban a las Comunidades Autónomas.  Por ejemplo, en un apartado de misceláneas hay un subapartado  de imprevistos y funciones no clasificadas en los Presupuestos de 2011 que suman  2063 millones de euros.  Solamente en imprevistos y funciones no clasificadas.  La transferencia a RTVE que hoy decía que tenía beneficios  - supongo que para poder salir con la jeta de decir que tenía 29-30 millones de beneficios, debería haber descontado los 631 millones de euros que en el Presupuesto de 2011 se establecieron para RTVE con los dineros de todos los españoles-.  Solamente estoy hablando de lo que controla el gobierno central. No me estoy metiendo con las Comunidades Autónomas, que sería otro asunto.  Este es un momento muy delicado políticamente hablando. Se está jugando con la relación entre retórica y expectativas. Los políticos deberían saber que hay dos canales de comunicación, uno  es la retórica y otro el entendimiento tácito.   El entendimiento  tácito entre todos ellos yo creo que a estas alturas está claro ya.  Pero aquí hay muchos agentes con los que no estamos contando. Y no solo son los mercados, no se piensa en los votantes. No solo de los países que quizás en algún momento tuviesen que tomar decisiones para rescatarnos, sino en nuestros propios votantes.  Este asunto de decir: vamos a dejarlo este año en el 5,4% no es una buena táctica.  Yo creo que debería de mantenerse el 4,4%, que es lo que se ha dicho.  Y después –Rajoy lo ha expresado  muy bien-  “Vamos a hacer todo lo que podamos”. La disposición a pagar más que el pago efectivo parece ser que es lo que hace que los mercados no maltraten a los deudores. Nosotros tenemos que mostrar disposición a pagar.  Se ha instalado en general en la mentalidad de casi todas las sociedades occidentales un error que es muy antiguo, pero que posiblemente está impulsado por una mala interpretación de Keynes. Es la idea de que si contenemos mucho el déficit ahora, si hacemos un esfuerzo y rebajamos el gasto, nuestro crecimiento se va a ir al traste.  Como si el déficit, el gasto y la acción de los políticos no hubiesen tenido nada que ver con la situación que vivimos ahora, cosa que es completamente falsa.  Hoy he recordado un pequeño artículo del gran Bastiat. Bastiat hablaba de “Lo que se ve y lo que no se ve” en unos ensayos que llamaba Sofismas Económicos.  Y dentro de ese “Lo que se ve y lo que no se ve” escribió un pequeño capítulo sobre el cristal roto. Me acordé leyéndolo de ese tipo que ha aparecido estos días en la prensa rompiendo cristales.  Parece que romper cristales, romper cosas de la vía pública, destrozar Bancos… según calculan en Cataluña hay que reponer unos 15000 euros  y parece que el PIB va a incrementarse en 15000 euros. Pero eso no significa que lo que ha acontecido estos días sea algo positivo incluso desde el punto de vista de la producción. Son errores que cometemos pensando que una caída fuerte del gasto público es mala. El problema que tenemos es que la gente en España no es consciente de las partidas y de lo que incluye el gasto público, Los Presupuestos. Aquí se lo conocen dos o tres personas y nada más. Muy poca gente ha controlado ese tema. Ese es el gran problema.  Los políticos ocultan dos cosas: los impuestos que nos cobran, tratan de velarlos lo más posible.  La percepción que suele tener la gente es que paga lo que más o menos paga en el IRPF y ni eso, porque algunos creen que les devuelven.  Y tratan también de ocultar sus gastos. Otra partida de los Presupuestos: Cooperación, Promoción y Difusión cultural en el exterior. Pues no aparece en un solo ministerio. Hay dotación para Cooperación, Promoción y Difusión cultural  en el exterior, en varios ministerios: Cultura, Exteriores…  Es decir, estoy hablando de los Presupuestos Generales del Estado, sin incluir las Comunidades Autónomas. Es que hay que replantearse de nuevo cómo se financian muchas de esas cosas: empezando por la Universidad, continuando por la sanidad y siguiendo por las pensiones.  Y también por los seguros de paro, porque creemos que es algo que nos dan de fuera, y en realidad los pagamos cada uno de los trabajadores.  Por tanto, una caída del gasto público no significa una reducción en la tasa de crecimiento tan automática como la gente se cree.  Esa es otra herencia keynesiana que hay que destruir. Es más, sin una caída drástica del gasto público no se puede asegurar un crecimiento sostenido a largo plazo.  Cuando uno mira la economía, cuando se trata del consumo privado sabemos o intuimos qué es lo que gobierna el consumo privado. El consumo privado está gobernado  por los precios, la renta disponible de las personas, los gastos y las expectativas que cada uno tengamos sobre el futuro,  nuestras vidas… y no necesitamos saber mucha microeconomía para tomar decisiones. Calibramos los precios, sabemos nuestras rentas, tenemos intuición, tenemos expectativas y compramos o dejamos de comprar ¿Por qué no ocurre eso con el consumo público? ¿Qué quiere decir consumo público? Naturalmente  no todo el consumo público son bienes y servicios finales para los ciudadanos, pero la mayor parte de ello sí.  Estamos hablando de educación, sanidad, movilidad, energía… todas esas cosas que todos los políticos juran y perjuran que no se pueden tocar.  La pregunta es: ¿Por qué no se pueden tocar? ¿Por qué no se puede acercar el consumo público a un sistema de precios o parecido a los precios?  ¿Por qué la sanidad no se puede acercar a un sistema de precios? ¿Por qué no se le puede llevar a la gente a través de mecanismos a un sistema que haga sentir a la gente lo mismo que siente cuando compra comida por ejemplo? Solo hay una razón: los políticos dicen que no se toca.  En todos los países similares al nuestro hay un sistema que no es un sistema de precios, pero casi: el copago ¿Por qué la negativa a introducir un copago aquí? ¿Por qué no se habla de esto? Más tarde o más temprano nos tendremos que plantear todas estas cosas.